**Translation is at the bottom**
Históricamente se consideró a la vitivinicultura en general como una práctica masculina ya que se suponía que las tareas de la viña, como plantar, podar, vendimiar, eran trabajos exclusivamente de hombres, así como tampoco se consideraban tareas para mujeres elaborar y comerciar vinos.
Sin embargo, Pablo Lacoste en su libro La Mujer y El Vino sostiene que el cultivo de la viña y la elaboración y comercialización del vino generaron desde hace siglos un espacio particularmente propicio para la incorporación de la mujer al mundo laboral y empresarial en América Latina. En aquellos tiempos era casi impensable que una mujer pudiera dirigir un negocio y mucho menos ser exitosa en una sociedad totalmente machista. Cita a Melchora Lemos, una mujer que nacida en Mendoza en 1691 heredó de su padre una importante bodega y otros bienes que la convirtieron en una de las mujeres más ricas de Cuyo. Pese a la oposición de su familia y de la sociedad mendocina, desarrolló en forma integral el negocio del vino. Fue una empresaria de innovación que generó uno de los primeros casos de atención integral de toda la cadena productiva. Melchora producía las uvas en sus viñedos, elaboraba el vino en su bodega, fabricaba las vasijas para el embotellamiento y comercializaba el producto. Además, fue una de las primeras en usar recipientes de madera y desarrollar vinos añejados. También ejecutó otros importantes emprendimientos, como la construcción de un molino harinero y una pulpería. Fue una visionaria porque innovó en técnicas y materiales en la elaboración del vino convirtiéndose en una de las empresarias más exitosas de América.
En Argentina, además se destacaron las empresarias Lucila Barrionuevo en pleno siglo XIX y Celia Bustos de Quiroga a comienzos del siglo XX quienes pudieron sortear el machismo y encontrar el éxito en la industria del vino.
En nuestros días la mujer desempeña los más diversos y múltiples roles en el sector del vino y su industria: en la viticultura, enología y comercialización, cultura del vino, docencia, investigación, enoturismo y hospitalidad, entre muchos otros.
En Argentina son muchas las mujeres que se han desempeñado y se desempeñan en puestos clave en la industria vitivinícola. Este proceso comenzó en las últimas décadas del siglo XX y siguió fortaleciéndose hasta el presente, siendo cada vez más común encontrar mujeres liderando los diferentes eslabones de la cadena productiva vitivinícola.
No obstante, todavía hay camino por recorrer y posiciones por consolidar. Empoderamiento femenino, sororidad, igualdad de género e inclusión son términos que comenzaron a instalarse en la sociedad en los últimos años.
Es común en distintas actividades escuchar hablar del techo de cristal o de las paredes de cristal (aquellas que determinan que las mujeres puedan ocupar cargos gerenciales, pero sólo en las denominadas gerencias softs o no decisivas para lograr un ascenso a CEO de las organizaciones, como Marketing, Recursos Humanos o RSE). Muy por el contrario, el mundo de la vitivinicultura siempre se ha presentado más fluido y permeable al desarrollo, crecimiento y movimiento ascendente de las mujeres, a juzgar por los numerosos ejemplos que hay.
Wines of Argentina (WOFA) unidad ejecutora de la COVIAR (Corporación Vitivinícola Argentina) para la promoción de los vinos argentinos a nivel global, firmó los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEP), iniciativa de ONU Mujeres y elPacto Global de las Naciones Unidas para promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en las organizaciones y las comunidades donde operan.
Esta Institución (WOFA) se propone ser agente de cambio al asumir el compromiso de impulsar medidas contundentes para avanzar en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el sector vitivinícola, confiando en que éste es el camino hacia la sostenibilidad, innovación y productividad de la organización y de todo el sector en su conjunto.
Es importante señalar que se está viviendo una época en la cual se focaliza en temas esenciales como son medio ambiente, diversidad, redefinición de los gobiernos corporativos y la importancia de la sustentabilidad. Por esto en nuestros días, el rol de la mujer está en el centro de atención, decisión y debate por su capital importancia como agentes clave para los cambios culturales, económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible, siguiendo los lineamientos de ONU Mujeres.
Como resumen cabe señalar:
- Está comprobado que la incorporación de la mujer en los equipos aumenta la productividad y el retorno económico o rentabilidad de las organizaciones y además incide en mayor creatividad e innovación.
- Afortunadamente y aunque a paso lento en algunos ámbitos, estados, sector privado (incluido el vitivinícola), organismos internacionales y asociaciones empresariales, comenzaron a repensar la necesidad de impulsar la paridad laboral entre los géneros e incorporar a la mujer en todos los sectores profesionales y en cargos de dirección.
- El sector del turismo, es uno de los que emplea más mujeres por lo que es clave para lograr la sostenibilidad de género. El área de la hospitalidad también es bastante inclusiva con altos niveles de participación de la mujer que ya superan en el enoturismo en Argentina el 70%.
- No hay mejor manera de reivindicar al género que trabajar por la propia visibilidad individual y colectiva de las mujeres.
- Lo relevante es que la mujer en cada actividad que desarrolla se destaca por su capacidad, tesón, delicadeza, compromiso y gran sensibilidad, lo que tiene impactos decisivos en el desarrollo, progreso y sostenibilidad de cada uno de los ámbitos en donde se desempeña.
En concordancia con lo anterior y el rol clave de la mujer, merece una mención especial la Asociación Mujeres del Vino de Argentina (A.MU.V.A.) constituida en 2013 y cuya trayectoria fue creciendo en estos años fortaleciendo su misión y objetivos y logrando cada vez mayor difusión de las actividades que realiza.
A.MU.V.A. es una asociación sin fines de lucro que promueve como principal objetivo el conocimiento del vino y su cultura, así como difundir el consumo moderado. Está integrada por socias de diferentes profesiones y ocupaciones, lo que conlleva un ámbito de mutuo enriquecimiento al ser todas apasionadas por el vino, su industria y el enoturismo.
Las socias realizan, entre otras actividades, visitas a bodegas y degustaciones dirigidas por los propios enólogos para conocer y apreciar el mundo del vino y generalmente culminan con almuerzos de camaradería donde se armonizan los vinos y la gastronomía.
Se debe tener presente que la mujer generalmente es la que realiza las compras para el hogar y en ellas se incluye la compra de vinos, por lo que su capacitación en este tema es de gran importancia.
A.MU.V.A. integra la Red Mundial de Mujeres del Vino WOMEN OF WINE WORLD NET que fuera creada en Milán, en 2019 por iniciativa de Le Donne del Vino de Italia.
Viticulture in the Hands of Women
Historically, viticulture in general was considered a masculine practice since it was assumed that the tasks in the vineyard, such as planting, pruning, and harvesting, were exclusively men’s jobs, just as they were not considered tasks for women to make and trade wines.
However, Pablo Lacoste in his book La Mujer y El Vino maintains that the cultivation of the vine and the elaboration and commercialization of wine have generated for centuries a particularly propitious space for the incorporation of women into the labour and business world in Latin America. In those days it was almost unthinkable that a woman could run a business, let alone be successful in a totally macho society. He cites Melchora Lemos, a woman who was born in Mendoza in 1691 and inherited from her father an important winery and other assets that made her one of the richest women in Cuyo. Despite the opposition of her family and Mendoza society, she fully developed the wine business. She was an innovative entrepreneur who generated one of the first cases of comprehensive care for the entire production chain. Melchora produced the grapes in her vineyards, produced the wine in her winery, manufactured the vessels for bottling, and marketed the product. Furthermore, she was one of the first to use wooden containers and develop aged wines. She also carried out other important undertakings, such as the construction of a flour mill and a general store. She was a visionary because she innovated in winemaking techniques and materials, becoming one of the most successful businesswomen in America.
In Argentina, the businesswomen Lucila Barrionuevo in the middle of the 19th century and Celia Bustos de Quiroga at the beginning of the 20th century also stood out and were able to overcome machismo and find success in the wine industry.
Nowadays, women play the most diverse and multiple roles in the wine sector and its industry: viticulture, oenology and marketing, wine culture, teaching, research, wine tourism and hospitality, among many others.
In Argentina there are many women who have held and are holding key positions in the wine industry. This process began in the last decades of the 20th century and continued to strengthen until the present, being increasingly common to find women leading the different links of the wine production chain.
However, there is still a long way to go and positions to consolidate. Female empowerment, sorority, gender equality and inclusion are terms that have begun to be installed in society in recent years.
It is common in different activities to hear about the glass ceiling or glass walls (those that determine that women can occupy management positions, but only in the so-called soft or non-decisive management to achieve a promotion to CEO of organizations, such as Marketing, Human Resources or CSR). Quite the contrary, the world of viticulture has always been more fluid and permeable to the development, growth and upward movement of women, judging by the many examples that exist.
Wines of Argentina (WOFA), executing unit of COVIAR (Argentine Wine Corporation) for the promotion of Argentine wines globally, signed the Women’s Empowerment Principles (WEP), an initiative of UN Women and the Global Compact of Nations United to promote gender equality and the empowerment of women in the organizations and communities where they operate.
This Institution (WOFA) intends to be an agent of change by assuming the commitment to promote strong measures to advance equal opportunities between men and women in the wine sector, trusting that this is the path towards sustainability, innovation and productivity of the organization and the entire sector as a whole.
It is important to point out that we are living in a time in which the focus is on essential issues such as the environment, diversity, redefinition of corporate governance and the importance of sustainability. For this reason, in our days, the role of women is at the center of attention, decision and debate due to their capital importance as key agents for the cultural, economic, environmental and social changes necessary for sustainable development, following the guidelines of UN Women.
As a summary, it should be noted:
- It has been proven that the incorporation of women into teams increases productivity and the economic return or profitability of organizations and also leads to greater creativity and innovation.
- Fortunately, although slowly in some areas, states, the private sector (including the wine sector), international organizations and business associations, began to rethink the need to promote labour parity between genders and incorporate women in all professional and in management positions.
- The tourism sector is one of the sectors that employs the most women, which is why it is key to achieving gender sustainability. The hospitality area is also quite inclusive with high levels of women’s participation that already exceed 70% in wine tourism in Argentina.
- There is no better way to vindicate gender than to work for the individual and collective visibility of women.
- What is relevant is that the woman in each activity that she develops stands out for her capacity, tenacity, delicacy, commitment and great sensitivity, which have decisive impacts on the development, progress and sustainability of each of the areas in which she works.
In accordance with the above and the key role of women, the Argentine Women’s Wine Association (A.MU.V.A.), established in 2013 and whose trajectory has grown over the years, strengthening its mission and objectives and achieving each greater diffusion of the activities carried out.
A.MU.V.A. is a non-profit association that promotes knowledge of wine and its culture as its main objective, as well as disseminating moderate consumption. It is made up of members from different professions and occupations, which entails an environment of mutual enrichment as they are all passionate about wine, its industry and wine tourism.
The members carry out, among other activities, visits to wineries and tastings led by the winemakers themselves to learn about and appreciate the world of wine and generally culminate with fellowship lunches where wines and gastronomy are harmonized.
It should be borne in mind that the woman is generally the one who makes the purchases for the home and this includes the purchase of wines, so their training in this matter is of great importance.
A.MU.V.A. is part of the World Network of Women of Wine WOMEN OF WINE WORLD NET that was created in Milan, in 2019 at the initiative of Le Donne del Vino of Italy.