Una historia de amor, inspiración y pasión.

Parés Baltà ha sido siempre una pequeña bodega familiar, donde todos los miembros de la familia han estado implicados. 

Mi cuñada María Elena y yo nos incorporamos a la bodega como enólogas en el año 2000 y 2002 respectivamente. En realidad, fue el amor el que nos introdujo a ambas en el mundo del vino. María Elena era química y yo farmacéutica. Conocimos a los que serían nuestros maridos, Joan y Josep Cusiné y su amor por la viticultura y por el mundo del vino fue determinante para que ambas decidiéramos formar parte de la bodega familiar. 

Tras vivir de primera mano la que sería nuestra primera vendimia, las dos decidimos estudiar la carrera de enología en la Universidad de Tarragona para posteriormente unirnos al equipo como enólogas. Nuestro reto más importante desde entonces ha sido mantenernos fieles a los valores familiares sin dejar de lado la innovación y la ilusión por la experimentación con variedades ancestrales y métodos de elaboración casi olvidados, como la elaboración de vino en ánforas de arcilla, una inspiración que nos llegó tras descubrir unos yacimientos iberos en una de nuestras fincas.

En Parés Baltà tenemos 5 fincas ubicadas en el Penedès, a tan solo 30 km de Barcelona. Una de estas fincas, Les Valls, se encuentra dentro del Parque Natural del Foix, un paraje increíble donde nuestros viñedos plantados en terrazas conviven con 600 hectáreas de bosque, un rio y una gran biodiversidad que nosotros conservamos y fomentamos a través de la agricultura biodinámica.

En el año 2008, dentro de esta finca descubrimos un yacimiento ibero de hace 2.700 años (s. VII A.C.). En 2012 encontramos otro de 2.200 años de antigüedad.  Actualmente lo único que permanece de estos yacimientos son alcantarillados y hornos que esta civilización utilizaba para crear útiles y recipientes de cerámica para transportar alimentos y bebidas a través del mar mediterráneo. Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Vic en Barcelona todavía está trabajando en ellos y esperan descubrir muchos más restos de interés.

Estos descubrimientos impulsaron nuestras ganas de experimentar, de probar, de intentar avanzar con la mirada puesta en el pasado: si hacia 2.000 en la zona ya se elaboraba vino de forma natural y en recipientes de arcilla, ¡nosotras teníamos que intentarlo!

Un ceramista de la zona, y amigo de la familia, nos elaboró las primeras ánforas con arcilla común y con arcilla extraída de nuestra propia finca Les Valls, la misma arcilla que ya usaban los iberos para crear sus recipientes de cerámica. 

En el año 2012 hicimos las primeras pruebas con recipientes de cerámica de 75 cl de arcilla común y de arcilla de nuestra finca. El comité de cata compuesto por los miembros de la familia Cusiné, Joan, Josep, Marta y Maria Elena coincidimos que el vino fermentado en los recipientes de arcilla de Les Valls, le confería al vino un aroma y textura increíble, así que decidimos encargar ánforas de 350 litros de arcilla de nuestra propia finca, y la siguiente vendimia, elaboramos nuestro primer vino natural, sin sulfitos añadidos, de fermentación espontanea, de mínima intervención y en ánforas.

Fue en el año 2013, coincidiendo con el primer año de certificación biodinámica por Demeter de nuestros viñedos, cuando elaboramos la primera añada de Amphora Roja, un vino elaborado con la variedad Xarel·lo, natural, sin sulfitos añadidos y pionero en nuestra región.

A día de hoy, seguimos innovando y experimentando con variedades ancestrales recuperadas, como la Moneu o la Forcada, dos variedades muy resientes a la sequía y de maduración tardía. Vinificamos en pequeños recipientes ovalados de vidrio – damajuanas- y elaboramos vinos brisados – orange wines- en depósitos de acero y ánforas de arcilla.

Somos viticultores apasionados, nuestras inquietudes nunca descansan, por ello vendimia tras vendimia buscamos los vinos que todavía tenemos que crear, vinos que nos emocionen, que hablen de nuestro lugar de origen y de nuestras tradiciones.

Toda la familia os invitamos a visitarnos, conocer nuestra historia y compartir nuestra pasión.

Marta Casas

Enologa de Parés Baltà.

A story of love, inspiration and passion.

Parés Baltà has always been a small family winery, where all family members have been involved.

My sister-in-law María Elena and I joined the winery as winemakers in 2000 and 2002 respectively. Actually, it was love that introduced us both to the world of wine. María Elena was a chemist and I was a pharmacist. We met those who would be our husbands, Joan and Josep Cusiné and their love for viticulture and the world of wine was decisive for us both to decide to be part of the family winery. 

After experiencing first-hand what would be our first harvest, we both decided to study oenology at the University of Tarragona and later join the team as winemakers. Our most important challenge since then has been to remain faithful to family values without neglecting innovation and enthusiasm for experimentation with ancestral varieties and almost forgotten production methods, like the elaboration of wine in clay amphorae, an inspiration that came to us after discovering some Iberian deposits in one of our farms.

In Parés Baltà we have 5 farms located in the Penedès, just 30 km from Barcelona. One of these estates, Les Valls, is located within the Foix Natural Park, an incredible place where our terraced vineyards coexist with 600 hectares of forest, a river and a great biodiversity that we conserve and promote through biodynamic agriculture.

In 2008, within this farm we discovered an Iberian site of 2,700 years ago (s. VII A.C.). In 2012 we found another one 2,200 years old.  Currently the only thing that remains of these deposits are sewers and ovens that this civilization used to create tools and ceramic containers to transport food and drinks across the Mediterranean Sea. A team of archaeologists from the University of Vic in Barcelona is still working on them and hope to discover many more remains of interest.

These discoveries boosted our desire to experiment, to taste, to try to move forward with an eye on the past: if around 2,000 in the area wine was already made naturally and in clay containers, we had to try!

A ceramist from the area, and friend of the family, made us the first amphorae with common clay and with clay extracted from our own farm Les Valls, the same clay that the Iberians already used to create their ceramic vessels.

In 2012 we made the first tests with ceramic containers of 75 cl of common clay and clay from our farm. The tasting committee composed of the members of the Cusiné family, Joan, Josep, Marta and Maria Elena agree that the wine fermented in the clay containers of Les Valls, gave the wine an incredible aroma and texture, so we decided to order amphorae of 350 liters of clay from our own farm, and the next harvest, we made our first natural wine, without added sulfites, of spontaneous fermentation, of minimal intervention and in amphorae.

It was in 2013, coinciding with the first year of biodynamic certification by Demeter of our vineyards, when we produced the first vintage of Amphora Roja, a wine made with the Xarel·lo variety, natural, without added sulfites and pioneer in our region.

Today, we continue to innovate and experiment with recovered ancestral varieties, such as Moneu or Forcada, two varieties very resistant to drought and late ripening. We vinify in small oval glass containers – damajuanas – and we make brisados wines – orange wines – in steel tanks and clay amphorae.

We are passionate winegrowers, our concerns never rest, so harvest after harvest we look for the wines that we still have to create, wines that excite us, that speak of our place of origin and our traditions.

The whole family invites you to visit us, learn about our history and share our passion.

Marta Casas

Winemaker by Parés Baltà.

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