En el caso del Tannat del Uruguay los conceptos enológicos clásicos y modernos de diversidad, identidad, imagen y prestigio, se aplicaron desde el comienzo de esta vitivinicultura joven (desde 1870) y de pequeña escala (unas 6.000 hectáreas totales y 1.500 hectáreas de Tannat).
La identidad “Uruguay, país del Tannat” fue reconocida hace un cuarto de siglo (desde 1994).
En atención a lo antedicho, daré una mirada breve al tema desde la enología, considerando el origen del Tannat en el Uruguay, la innovación como punto de partida, el balance viña- mosto – vino como fórmula de calidad enológica, el reconocimiento de un estilo de vino inconfundible como atributo de identidad y la comprobación permanente de la calidad sensorial internacional.
A partir de 1870 diferentes variedades europeas llegaron al país. El cultivar Tannat de origen francés ingresó al país proveniente de los Pirineos Atlánticos.
Uruguay también tiene una viticultura atlántica sur entre 30 y 35 º de latitud sur.
El primer vino Tannat del que se tiene registro fue elaborado en 1887 por el empresario vasco Pascual Harriague, quien lo hizo trascender más allá de fronteras. El prestigio y la dinámica de este emprendedor hicieron que la denominación Harriague se impusiera en Uruguay para nombrar la cepa de origen francés Tannat. De hecho, ambos nombres Tannat de Uruguay y Harriague coexistieron y figuran como sinónimos en la lista de variedades de OIV.
El concepto más importante en la tecnología aplicada al Tannat es el balance viña-mosto-vino, o sea, el equilibrio natural de la composición es la base de calidad en los vinos de esta cepa. Se practica una viticultura de precisión y respetuosa del ambiente.
El primer Tannat (1887) fue varietal y joven, intenso en color y cuerpo, con un carácter que lo distinguió entre los pares de la época, fue innovador y pionero. El estilo actual es de un vino de color intenso y vivo, aromáticamente afrutado en los jóvenes, con más complejidad en los de guarda, sabroso y taninos siempre presentes. Se afinan armónicamente en la crianza en botella (este fue un aspecto importante de innovación). Tienen un perfil sensorial hecho a medida para la carne uruguaya que es también muy bien valorada.
El método de comprobación continua de la calidad internacional con aproximadamente mil medallas (1993-2021) certifican la calidad internacional del Tannat de Uruguay.
El prestigioso concurso internacional Sélections Mondiales des Vins Canada (SMVC), el más importante de América del Norte, tuvo un papel destacado para la difusión de la calidad del Tannat de Uruguay y de otros vinos uruguayos. Con su fundador y actual director, Réal Wolf, nació en 1994 la categoría “Tannat del Uruguay” creada para la difusión del nivel de calidad de los vinos provenientes de una cepa que daba identidad a un país.
Posteriormente, en los años que SMVC fue dirigido por el recordado Ghislain Laflamme, junto al Tannat se destacaron dos vinos blancos: Sauvignon blanc (región sur) y Viognier (región oeste). En la reciente edición SMVC 2021 Uruguay obtuvo 6 medallas de oro para vinos Tannat, Cabernet y Malbec.
Para finalizar, diré que a partir del 2000, Uruguay se proclama como el nuevo centro de dispersión de la variedad para el continente americano. Las normas vitícolas, las fechas y cifras de plantación de Tannat en países de la región lo confirman: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú y California en América del norte.
Ingeniera Agrónoma Enóloga Estela de Frutos