Michèle Aström Chantôme
World ambassador of the ASI -Association de la Sommellerie Internationale- and Vice-president in charge of Africa & Middle East, I continue to promote and develop the sommelier profession in this area as I did in Europe, with the help of Giuseppe Vaccarini, in the 80s and 90s through the Ruinart Trophy.
I did not benefit from a sommelier training myself. I discovered this profession in the 70s thanks to my Public Relations activities, which I had turned to after studying law and marketing. I was lucky enough to be able to surround myself with great sommeliers and excellent teachers from hotel schools who helped me to organize high level competitions with very precise questionnaires and innovative tests. I must say that the Ruinart Trophy was considered as an art and test laboratory for sommelier competitions, so much the creativity of our technical committee was at the service of the profession. The search for excellence at all levels has always been our goal.
As a young girl, I dreamed of one day living in the Kasbah des Oudaïas in Rabat, where we would come as a family to taste the wonderful pastries of Café Maure. This dream came true in the early 2000s. Born in Morocco of French parents, under the French protectorate, I could not resist the call of my native land after having spent more than 40 years in Paris! And, pushed by winegrowers and sommeliers in Morocco, I then created ASMA in 2012, the first association in Africa to become a member of ASI. A real challenge in a Muslim country where the king is commander of the believers...
Of the 66 national associations members of ASI, only 4 are currently in "my" zone: Morocco, South Africa, Mauritius and now Zimbabwe. In preparation: Congo, Kenya, Ivory Coast, Lebanon, Israel, Seychelles... I am not betting on the future, but I am determined to make sure that sommellerie develops in these countries, especially since with increasing tourism in these countries the demand for restaurant professionals will be greater and greater.
I have always been close to the ASI since the 1980s, and it was in 2008, when Ruinart changed its policy and stopped the competitions, that I offered the continental contests I had created to President Kazuyochi Kogai. My collaboration with the international association then became closer. I coordinated the Sommeliers Contests Commission for more than ten years, managed the Marketing Committee and became a member of the Board with Shinya Tasaki and Gérard Basset, two Best Sommeliers of the World, then with Andrés Rosberg and now William Wouters.
My activities at ASI allow me to stay in touch with real life, always in contact with highly motivated young people and great sommeliers who are passionate about their profession, their encounters and their discoveries. Not to mention the great chefs and winemakers from all over the world. It's a fantastic world of excellence and conviviality.
Como embajadora mundial de la ASI -Association de la Sommellerie Internationale- y vicepresidente responsable de África y Oriente Medio, sigo promoviendo y desarrollando la profesión de sommelier en esta zona como ya hice en Europa, con la ayuda de Giuseppe Vaccarini, en los años 80 y 90 a través del Trofeo Ruinart.
Yo no recibí ninguna formación de sommelier. Descubrí esta profesión en los años setenta gracias a mis actividades de Relaciones Públicas, a las que me había dedicado tras estudiar Derecho y Marketing. Tuve la suerte de poder rodearme de grandes sommeliers y excelentes profesores de escuelas de hotelería que me ayudaron a organizar concursos de alto nivel con cuestionarios muy precisos y pruebas innovadoras. Debo decir que el Trofeo Ruinart fue considerado como un laboratorio de arte y ensayo para los concursos de sommeliers, hasta el punto de que la creatividad de nuestro comité técnico estuvo al servicio de la profesión. La búsqueda de la excelencia a todos los niveles ha sido siempre nuestro objetivo.
De niña soñaba con vivir algún día en la Kasbah des Oudaïas de Rabat, donde veníamos en familia a degustar los maravillosos pasteles del Café Maure. Este sueño se hizo realidad a principios de la década de 2000. Nacida en Marruecos de padres franceses, bajo el protectorado francés, no pude resistirme a la llamada de mi tierra natal después de haber pasado más de 40 años en París. Y, empujada por enólogos y sommeliers marroquíes, creé entonces la ASMA en 2012, la primera asociación de África en convertirse en miembro de ASI. Todo un reto en un país musulmán donde el rey es el comandante de los creyentes...
De las 66 asociaciones nacionales miembros de la ASI, sólo 4 están actualmente en "mi" zona: Marruecos, Sudáfrica, Mauricio y ahora Zimbabue. En preparación: Congo, Kenia, Costa de Marfil, Líbano, Israel, Seychelles... No apuesto por el futuro, pero estoy decidida a que la sommellerie se desarrolle en estos países, sobre todo porque el turismo está creciendo en ellos y la demanda de profesionales de la restauración será cada vez mayor.
Siempre he estado cerca de la ASI desde la década de 1980, y fue en 2008, cuando Ruinart cambió su política y puso fin a las competiciones, cuando ofrecí los concursos continentales que había creado al presidente Kazuyochi Kogai. Mi colaboración con la asociación internacional se estrechó entonces. Durante más de diez años, coordiné la Comisión Concursos de Sommeliers, gestioné el Comité Marketing y fué miembro de la Junta Ejecutiva con Shinya Tasaki y Gérard Basset, dos Mejores Sommeliers del Mundo, luego con Andrés Rosberg y ahora con William Wouters.
Mis actividades en la ASI me permiten estar en contacto con la vida real, siempre en contacto con jóvenes muy motivados y grandes sommeliers apasionados por su profesión, sus encuentros y sus descubrimientos. Sin olvidar a los grandes chefs y enólogos de todo el mundo. Es un mundo fantástico de excelencia y convivencia.
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